Si nos basamos para valorar nuestra importancia en la comparación con un ideal imposible, siempre acabaremos sintiéndonos frustrados y deprimidos. Siempre pensaremos que nos falta algo, que no llegamos a ser tan buenos como deberíamos o querríamos ser.
Este tipo de pensamientos se convierte en un círculo vicioso: Al pensar que no valemos lo suficiente, nuestra autoestima disminuye. Esto hace que nos critiquemos más y que nos sintamos aún menos valiosos.
Debemos dejar de compararnos con esos ideales y valorarnos como lo que somos: Una persona con un conjunto de cualidades y carencias que le hacen único e irrepetible.
Excelente mensaje, creo que muchas personas pasan por eso
ResponderEliminargracias por leer miss!
ResponderEliminar